El Llamado de Emergencia

Jorge Cano Febles
6 min readAug 9, 2019

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gripes innecesarias bruxismo

colon irritado despertar enérgicamente a las 4 am

urticaria músculos amarrados

………………….……….en el cuello

en la espalda

aumento de la presión arterial cánceres imaginarios

perdida de la estabilidad respiratoria migrañas

miedo a volar………..……….y a explotar en el cielo

o a acabar ahogado en el mar

…………………o hecho pedazos entre haceros

y plásticos entre muchos plástico

en un monte

*

Nunca me había sentido tan maduro emocionalmente, nunca había visualizado e identificado con tanta claridad mi(s) futuro(s) y la(s) ruta(s) a seguir, nunca había tenido tanta soberanía financiera, nunca había sentido tanto cariño de mis amigos, de la familia, nunca había gozado conscientemente de tanta salud, y sin embargo todavía mi cerebro encuentra maneras para hackear mi estabilidad.

Con la ansiedad siento, antes de perder el control de las respiraciones, como una suerte de terciopelo incrustado entre los músculos y la piel, en los hombros, mientras un sinfín de escenas funestas se reproducen y agudizan en mi cráneo. Si cierro los ojos, los lásers me apuntan, me atraviesan.

*

un museo de enfermedades oníricas

pero una sonrisa de una enfermera

y mi sangre vuelve a circular, el mundo se estetiza de nuevo, mi cuerpo comienza a operar con regularidad

un mal signo en la cama, en la soledad, y todo tiene un tufillo a paredón

*

cuando alguien produce algo solo hay un fin: ejecutarlo con la mayor calidad posible

el cuerpo debe ser sacrificado; nada más debe importar.

(flknr)

*

[…la mente apunta a mí y lo destruye todo: felicidad, los escenarios disponibles, relaciones. De repente, estoy perdido y a punto de morir. A un paso de que me lloren. Y, ay, tan joven, tan sano, tan guapo, pero no sabe gestionar sus emociones.

Las pupilas de las enfermeras se llenan de ternura. Dejo que entre su sabio cariño. Escucho sus palabras de tranquilidad. Siento su luz.]

*

así: un continuo vaciamiento, una perpetua incomodidad, un no-querer hacer nada, un no-querer pensar nada. Lejos de la tristeza, esto simplemente es el asco: por lo interno, por lo externo. Sin emociones, lo único que quiero es comer y lastimar mis músculos, sentir que me canso y dormir.

*

Amo el futuro, con esto no quiero decir que ame la tecnología o la “sociedad científica”, sino que amo pensar en lo posible, estructurar caminos. Sin ataduras, sin sobrecargas del pretérito o ligas con el presente: suelo no estar. Eso es querer el mañana. ¿Eso también es pensar: no estar? Sé que me estoy pudriendo (como todos). Y todavía no soy lo que quiero, es decir, no puedo hacer lo que quiero, por lo que tengo que cuidarme para llegar a ser eso que quiero, porque todavía carezco de los instrumentos necesarios, por lo que trabajo diariamente para forjarlos, pero todo es tan urgente, pues una vez hecho pedazos, con el cuerpo fallando, ya no podré hacer nada. El tiempo es el único lujo en este proceso. La ansiedad es conciencia de este mapa de restricciones vitales.

*

[Pero que arda todo, déjenme en paz. Yo no quiero lo especial: necesito simplemente un espacio. Cuando hablo de infraestructura, pienso en 2 asuntos: en una materialidad y en un presupuesto {que contempla mi salud}. Ya no necesito a nadie más. Solo quiero pensar y dejar arder el resto. Trabajar en XXXX. Deshacerme de todo el peso (La Historia, El País). Quiero el ❤: pero sobre todo quiero arder. Siento que cae el mundo, pero nada termina de configurarse. En XXXX, en la plaza, cada esquina: repleta de payasos. Siento las risas (me duelen, me asquean). El público se achica. Que nadie quiere hacer, producir, intervenir. Kodsksldklsdklsdk. ¿Quiénes son ustedes? Más espejos: eso quiero. Más espejos. Muchos espejos. Espejos donde me pueda ver viéndome mientras me veo viéndome pensando pensándome. Eso: un sí de mí reflejado infinitamente x100pre.]

*

es un placer conocerte

………………….la #1

espejo de todos los espejos

la que + se pega

………………….metralla

de lo dentro

…………………sin contrato

la mirada

*

una estrategia: estar rutinariamente CAYENDO PARRIBA

y TROPEZANDO PALANTE

como WALTER WHITE

que SE DESTRUYE REDIMIÉNDOSE

*

Siento, de nuevo, en los hombros un terciopelo entre la piel y el músculo. Esa soga regresa: la piel roja — como asoleada — , la falta de oxígeno, los mareos, las cefaleas, el pensar que tengo un tumor cerebral, cáncer en la sangre…

*

y en esos ojos la hospitalidad es total

y yo siento otra vez la lava

aunque por las noches regresará el dolor

(y la piel pudriéndose)

(y los órganos venciéndose)

porque lo dentro ya está perturbado

pero en esos ojos chiquitos

en esos espejos

El Llamado de Emergencia: ver…………….todo saciado

sentir:…………………………………el cuerpo siendo cuerpo

*

Nunca he sentido nada parecido por nada en el mundo. Uno piensa que madura y se endurece. Uno espera que los años lo forjen como un cínico, un insensible miserable. Pero no: se mueve el piso, pierdo el mapa. Todo de nuevo, seguramente por menos tiempo, pero en los tiempos malos con la misma intensidad. El sentimiento es este: un dolor recio en toda la parte superior del cuerpo. No son ganas de llorar. Es más: quisiera llorar. Déjenme descargar esto. Lo estoy sintiendo todo. El pecho, el cachete, los hombros. Es un sentimiento de una inmensidad indescriptible. Siento el lamento de la especie. Un mar que no deja de crecer. ¿Olas de sangre? ¿Quién codificó esto? ¿Por qué está tragedia? Nunca he sentido nada parecido. ¿Por qué el cuerpo tolera esto pero sí se defiende, muy organizado, muy diligente, de las bacterias? Quiero la tristeza, devuélvanme la depresión, la oscuridad, el llanto, la confusión. Pero sáquenme esto. Detesto este dolor. Este puto dolor. La experiencia es injusta: nadie debería sentir esto. Estoy perdiendo el juicio. Necesito una tecnología que corrija este infierno. Mi cuerpo, mi pobre cuerpo. ¿Cómo regreso a la luz?

*

los edificios revientan

las pieles se derriten

los aviones caen

los bosques exhalan hiel

soy yo

frente al mundo

un barco en dirección a la nada

en dirección al inodoro

bajo por el inodoro

recorro las tuberías

soy una rata con suerte

atravieso paraísos de suciedad

debajo del mundo: el frío, la nada, lo peor

descubro oscuras estructuras

nado adorablemente entre los caños

te pido perdón desde ahí

abajo todo es oscuro, omisible

nadie habla y nadie escucha

malas decisiones

todo por intentar configurar el sí

todo x arder

*

cada día es el último.

cada día es el último.

porque todos vamos a morir

todos vamos a morir

todos vamos a morir

todos vamos a morir

*

de niño recuerdo: hachas y navajas, los besos en mi mejilla

de adolescente: un desierto mudo, las muchas nubes

de adulto: no sentir

y luego el éxtasis y después la tormenta y más tarde…

en presente recuerdo todo: cada sonrisa mutua,

todas las catástrofes al mismo tiempo

*

cuando tú llores yo lloraré

lo sabes lo sabes lo sabes

yo tu kilo, tú mi pablo

*

barthes: me he proyectado en el otro con tal fuerza que cuando me falta no puedo recuperarme estoy perdido para siempre

barthes: y es una situación sin remanente y sin retorno

barthes: y entonces por qué durar mejor arder

*

puedo hacer que los muros caminen

porque el sentido (el destino) electriliza mi mano

albañil del sueño de unión total

del sí-siempre de no descansaré hasta

levantar sistemáticamente todo el concreto:

los andamios azules, las columnas inmensas

*

un museo de enfermedades oníricas

pero una sonrisa de una enfermera

y mi sangre vuelve a circular, el mundo se estetiza de nuevo, mi cuerpo comienza a operar con regularidad

un mal signo en mi cuarto, en la soledad, y todo tiene un tufillo a paredón

*

es este año y todo no es más que ruinas de otras ruinas

excepto cuando siento que el cuerpo es otra vez el cuerpo

y que el presente es la suma de todos los pasados más el deseo más la muerte

sabes que sé que sabes

que puedo decidir estar ahí y no en otra parte

(pudrirme ahí y no en otra parte)

porque las montañas más sólidas ya son brisa

porque los abismos más hambrientos ya son dinámicas playas

que arrastran las miserias y las alegrías del ayer

con sutiles olas que todo lo destruyen y lo aplanan

que todo lo congelan y renuevan

en un remix infinito e imponente

cuando entiendo esto, entiendo que las olas nunca mueren

y que yo configuro (a veces) todas las olas posibles

es este momento: todavía no es dorado pero ya no es negro

y tal vez no haya más que esta grisedad inmensa

esta miserable incapacidad para describir lo que quiero describir

esta necesidad de cantarte sin herramientas

y tal vez no haya nada más que este jale de lo dentro

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Jorge Cano Febles
Jorge Cano Febles

Written by Jorge Cano Febles

(Chetumal, 1989). Escritor y politólogo. Libros: Cartas a un joven diseñador (RRD, 2020), Sopa de huesos (RRD, 2022), Terciopelo negro (Gato Blanco, 2024).

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